El único helado artesano en el Camino de Santiago
Escrito por Ernesto Diaz el 18 de enero de 2025
A la altura del concello coruñés de Melide, el Camino de Santiago —concretamente, el Francés— pasa por la puerta del obrador de Borboriño. Allí, Sandra Alderey y su equipo hacen la magia de transformar la leche que ellos mismos producen en su granja en helados artesanales. La propia Sandra lo dice orgullosa: «Es el único helado que se elabora en pleno Camino de Santiago. Pasa por nuestra puerta y los peregrinos nos ven cómo lo fabricamos».
A veces, en los peores momentos surgen las mejores ideas y eso fue lo que les pasó a ellos. Hace casi una década vieron la necesidad de reinventarse en «una de esas innumerables crisis del sector lácteo», para dar salida y «un valor añadido» a parte de esa leche que producían. Su granja se encuentra en la comarca de Arzúa-Ulloa, donde el queso estaba ya «muy explotado», así que, en el 2016, se decidieron y se lanzaron al universo del helado.
La propia Sandra supervisa cada fase de la elaboración, desde que se extrae la leche hasta que el helado se distribuye y llega a manos del consumidor final, ya sea en alguno de los grandes comedores a los que abastecen o en las vitrinas de sus propias tiendas en Melide, Sobrado, Bertamiráns y A Coruña.
Para ella, esto significa «unificar» el proceso y es la clave para que «cuando el cliente lo reciba sea de calidad y se diferencie de todos los demás». «Borboriño es todo: desde la leche de la granja hasta la persona que despacha en vitrina, además del obrador de Melide y, por supuesto, el cliente. Borboriño es lo que somos, es una familia», alega Sandra.
Pero donde ella pasa la mayoría de las horas es en el obrador de Melide. Allí llega la leche directa de la granja, la pasteurizan y hacen la base del helado, a la que, dependiendo del sabor, se le añaden diferentes ingredientes antes de darle forma. El proceso lo completan «la mano que hace el helado, que tiene que tratar ese producto con mimo, cariño y profesionalidad» y, por último, «la mano que vende el helado en vitrina».
FUENTE: LA VOZ DE GALICIA