Caminar durante muchas horas y con peso añadido: así tienes que prepararte según Vitónica
Escrito por Ernesto Diaz el 16 de abril de 2021
Muchas son las personas que cada año deciden hacer el Camino de Santiago en alguna de sus diversas rutas e itinerarios.
Cubrir cientos de kilómetros caminando, sobre todo si no estamos acostumbrados a hacer deporte, puede ser un esfuerzo considerable. Por eso desde Vitónica nos cuentan cómo podemos prepararnos físicamente los meses anteriores a comenzar el Camino de Santiago para realizarlo con mayor seguridad ante las posibles lesiones que pudieran sucedernos si no nos entrenamos un poco antes.
Aunque por supuesto, dependerá de tu condición física y hábitos de salud. Ni todas las personas necesitarán entrenar ni cualquier persona puede realizarlo sin preparación previa. Nadie mejor que tú se conoce. Así que aquí os dejamos algunas recomendaciones por si pueden ayudarte.
Caminar durante muchas horas y con peso añadido: así tienes que prepararte
Tener en cuenta que caminar en la ciudad no es lo mismo que hacerlo por caminos, sendas, pistas o por montaña, que es lo que nos encontraremos en nuestro camino hacia la ciudad del apóstol. Debemos tener en cuenta que a la irregularidad del terreno se le suman también los desniveles y las muchas horas de caminata continuadas a las que tendremos que hacer frente.
Ejercitar piernas y glúteos
Es por eso que llegar bien preparados muscularmente, sobre todo en lo que concierne a las piernas y a la zona central del cuerpo, es muy importante si vamos a convertirnos en peregrinos: trabajar nuestras piernas con ejercicios sencillos pero efectivos como las sentadillas, las zancadas o el peso muerto puede sernos de mucha utilidad tanto para preparar nuestras piernas y glúteos como para proteger las articulaciones que se encuentran más expuestas en estas actividades (rodillas y tobillos).
Tampoco podemos olvidar que durante todos los kilómetros que recorramos cada día (las etapas pueden variar, pero suelen ser alrededor de 20 kilómetros diarios) vamos a llevar una mochila con nuestras pertenencias a la espalda. Esto, evidentemente, aumentará nuestro peso y desplazará nuestro centro de gravedad: trabajar la musculatura de toda la zona media nos ayudará a poder cargar con la mochila (en próximos artículos hablaremos de lo que tenemos que llevar dentro de ella) de una forma más segura.