Los secretos que esconde el Camino Portugués
Escrito por Ernesto Diaz el 18 de junio de 2022
Levantarse por la mañana y contemplar la inmensidad del océano Atlántico es un privilegio del que pocos pueden disfrutar. Teresa Portela, piragüista olímpica, lo sabe bien; esta es una de las cosas que más echa de menos cuando no está en casa. Pontevedresa de nacimiento y de corazón, por su tierra pasa el Camino Portugués de la Costa y con ella hemos compartido una etapa –de Oia a Baiona- de este precioso Camino.
Partimos de Oia, un pequeño pueblo marinero custodiado por preciosos acantilados que llevan al peregrino al Cabo Silleiro, punto principal de orientación de los navíos. De aquí a Baredo por la vieja vereda real para llegar al castillo de Monterreal, hoy Parador Nacional de Turismo de Baiona. Y tras el castillo, el peregrino se adentra en el puerto que vio llegar la carabela La Pinta el 1 de marzo de 1493, una villa que mantiene todo el esplendor de su histórico pasado.
En Baiona comienza la ría de Vigo, protegida por las Illas Cíes, un auténtico paraíso natural y que se pueden visitar en barco desde esta localidad.
Un Camino para disfrutar
El Camino Portugués de la Costa entra en Galicia por la localidad de A Guarda tras cruzar el río Miño. Dominando el paisaje, el peregrino se encuentra con el monte de Santa Trega, un gran mirador hacia el Atlántico y Portugal.
La ruta, paralela a la costa llega a Oia para disfrutar de su multitud de monumentos hasta entrar en la preciosa ría de Vigo por Baiona, una villa histórica presidida por la espectacular fortaleza de Monterreal. Tras pasar el puente medieval de A Ramallosa, la ruta lleva al peregrino a Panxón y a su Tempo Votivo del Mar y al arenal de playa América. Algo más al norte, el Camino llega a Samil para posteriormente adentrarse en la ciudad de Vigo, una de esas urbes que hay que disfrutar. Y de aquí a Redondela para unirse al Camino Portugués y continuar hacia Santiago de Compostela.
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FUENTE: CAMINA GALICIA