Desde el Mirador de la Peña de Arrés se dominan, en un día claro, tres provincias: la parte más oriental de Navarra, la Alta Zaragoza y el Pirineo oscense. Ubicado en el corazón de La Jacetania, al pie del Camino de Santiago, en sus calles aún se respira Edad Media y su torreón se alza imponente sobre los campos de cultivo, recordando el pasado señorial de un pueblo que estuvo a punto de desaparecer, como tantos otros de la España vaciada. En los últimos años, Arrés, que alcanzó su máximo esplendor en la Edad Media como villa real, ha logrado reinventarse y hoy cuenta con más de 45 vecinos, tras unos momentos críticos en los que apenas quedaba una decena de habitantes y en los que el pueblo estaba «prácticamente en ruinas», como explica su alcalde, Joaquín Giménez.

ARRÉS, DE ESTAR A PUNTO DE DESAPARECER A SU RESURGIR

Arrés pertenece a Bailo, junto a Alastuey, Arbués, Larués y Paternoy. Fue víctima de la despoblación por el abandono que el medio rural sufrió en la segunda mitad del siglo pasado, y que obligó a muchos de sus habitantes a marchar fuera para buscarse la vida.

Afortunadamente, y gracias en gran medida a su situación estratégica junto al Camino de Santiago Francés por el Somport (Vía Tolosana) -cuenta con un albergue atendido por hospitaleros conocido como La casa de las sonrisas y con una posada, por los que cada año pasan unos 2.500 peregrinos-, la situación pudo revertirse.

Hoy, nuevos pobladores se han convertido en la esperanza de Arrés para evitar su desaparición. «Hay niños en el pueblo, y también han venido a vivir aquí personas que trabajan en otros lugares, como Jaca», señala Giménez.

En este sentido, las nuevas tecnologías, así como la mejora de las carreteras o el transporte escolar, que en la actualidad llega hasta el pueblo, han jugado un papel clave para la supervivencia de esta pequeña localidad. Asimismo, Arrés cuenta con un hostal con restaurante y una gran chimenea, El granero del Conde, un lugar con mucho encanto. Y no se puede negar que el auge del turismo rural también ayuda.

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FUENTE: JACETANIAEXPRESS

 

 


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Ernesto Diaz