Camino Natural con 2.000 años de historia: Vía de la Plata
Escrito por Ernesto Diaz el 20 de mayo de 2022
Apasionado como soy de la cultura rural, los caminos naturales se convierten en vías inmejorables de conexión física y emocional con los elementos que la componen. Son antiguas vías de comunicación por donde pasaban trenes, ganado, carretas y personas, algunas tirando de embarcaciones a orillas de ríos y canales. Hay más de 10.300 kilómetros de estos trazados transformados y señalizados como caminos naturales en toda España. Os invito a que me acompañéis por los cuatro tramos de uno de los más históricos, el de la Vía de la Plata. Roza y en algunos momentos se solapa con vías de comunicación históricas: calzada romana, camino de Santiago y, sobre todo, la línea férrea entre Plasencia y Astorga. Como para no desprender cultura, historia y patrimonio rural.
Yo viajé en el tren Plasencia-Astorga. Inaugurado en junio de 1896, el 31 de diciembre de 1984 realizó el último servicio con pasajeros. Es cierto que en sus últimos años recorría el trayecto Madrid-Peñacaballera (pueblo de la sierra de Béjar salmantina) en un Simca 1000 primero y un Renault 6 después, junto a mi familia. Antes, de muy pequeño, recuerdo vagamente el casi interminable viaje desde la histórica estación del Norte –hoy de Príncipe Pío– en Madrid, el trasbordo en Salamanca y la continuación por la línea Plasencia-Astorga hasta la estación de Puerto de Béjar. Allí, el servicio de taxi de Casa Adriano nos llevaba hasta Peñacaballera. Varios años después, las excursiones de la adolescencia y los baños en la piscina del hotel de Puerto de Béjar todavía nos permitían disfrutar con el estruendoso tránsito de los trenes de mercancías, que se clausuró en septiembre de 1996.
Años después de todo lo anterior, he recorrido andando y en bicicleta 86 de los 347 kilómetros del trazado ferroviario original, justo los que se han rehabilitado como camino natural. Todo gracias al Programa de Caminos Naturales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que junto a otras administraciones, incluidas las locales, recuperan y mantienen antiguas vías de comunicación, muchas en desuso, para el tránsito actual no motorizado. No hay que obviar tampoco la tristeza, desazón e incluso cabreo –mostrado en varias pintadas– que provoca en algunos pueblos concernidos que se dé definitivamente por perdida como uso ferroviario la vía Plasencia-Astorga, que fue vital para muchas zonas rurales.
FUENTE: EL ASOMBRARIO