El Calor Ralentiza el Camino Burgalés Tras un Inicio de Temporada «Espectacular»

Burgos. Los albergues de la provincia burgalesa han vivido un abril y mayo espectaculares, con una afluencia de peregrinos que ha dejado las camas prácticamente ocupadas. Sin embargo, la llegada del calor veraniego ya empieza a moderar el ritmo, notándose una mayor disponibilidad en los alojamientos del Camino de Santiago.

«En mayo y junio ha habido bastante gente y muchos coreanos. También se empieza a ver a algunos de China, que otros años no había ninguno», explica Omar, del albergue Meeting Point de Hornillos del Camino. Este auge de peregrinos asiáticos, especialmente coreanos, se atribuye a la influencia de programas de telerrealidad e influencers que han popularizado el Camino en sus países. «Después de la pandemia se han convertido en los más habituales», señala Omar.

Peregrinos disfrutando de la piscina

Un Cambio de Perfil con el Verano

El Calor Ralentiza el Camino Burgalés Tras un Inicio de Temporada «Espectacular»: Con el aumento de las temperaturas, el perfil del peregrino comienza a variar. «Ahora empiezan a venir personas más jóvenes que cogen vacaciones y aprovechan para hacerlo», comenta Omar. Por otro lado, la afluencia general suele bajar porque «a la gente mayor con el calor le da un poco de miedo andar, y las agencias tampoco lo publicitan por el clima». Aunque los albergues no se llenan como en primavera, sigue habiendo un goteo constante de caminantes.

Es curioso cómo la presencia de peregrinos españoles ha sido escasa en los primeros tres meses, representando apenas un 5% del total, una cifra que previsiblemente aumentará con las vacaciones nacionales. Para Omar, la temporada alta se ha extendido, abarcando ahora «un poco de abril, mayo y un poco de junio», antes de la gran afluencia de septiembre y octubre. Desde el albergue municipal de Hornillos, Inma corrobora este descenso con la llegada del calor: «Es lo de todos los años, llega el calor y baja, ya lo sabemos».

La Meseta, un Desafío Bajo el Sol

Para peregrinos como Román y Montserrat, que llegan desde Barcelona y realizan el Camino Francés por tramos, la experiencia bajo el sol de la Meseta es notable. «Por aquí no hay ni una sombra en kilómetros y kilómetros. También falta alguna fuente», comentaban sobre el trayecto entre Santo Domingo de la Calzada y Hontanas. Reconocen haber encontrado pocos españoles en su trayecto, destacando la presencia mayoritaria de extranjeros.

A pesar de la bajada estival, el balance inicial de la temporada es positivo para la provincia burgalesa. El constante flujo de peregrinos sigue siendo un motor vital para los pueblos del Camino, generando actividad económica y empleo en sus negocios locales. Un claro ejemplo se veía en el Meeting Point de Hornillos, con coreanos y alemanes disfrutando de la piscina, o en Rabé de las Calzadas, donde una familia taiwanesa abría el servicio de cocina en el Hostal La Fuente, mostrando la diversidad y vitalidad del Camino.


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Ernesto Diaz