El fascinante comienzo del Camino Francés
Escrito por Ernesto Diaz el 13 de mayo de 2022
Espiritual, reflexión, autoconocimiento…, y otras muchas palabras engloban los motivos por los que los peregrinos hacen el Camino de Santiago, sobre todo en un año tan especial como este 2022, declarado Año Santo por decreto especial del Papa. Todas estas múltiples y diferentes razones tienen algo en común: la necesidad humana de contactar con la naturaleza, ya que por creencias religiosas refleja el gran poder divino, y, aun sin que intervenga la fe, representa para el ser humano el origen de la vida. Para ello, nada mejor, si se ha decidido hacer el Camino de Santiago, que hacerlo dentro de tierras gallegas, pues en ellas conviven amplias costas y hermosas rías, y su mar embravecido parlotea y se enzarza con los acantilados y verdes paisajes que inundan el alma con su belleza.
«Todos los caminos llevan a Santiago» es un dicho gallego, y es cierto, pero hay que tener en cuenta que cada uno de ellos es único y especial. Quizás el más famoso de ellos sea el Camino Francés, que se inicia en Galicia, en O Cebreiro. Por delante, hasta llegar a Santiago quedan unos 155 km divididos en siete etapas clásicas: 1º O Cebreiro-Triacastela (22 km), 2º Triacastela-Sarria (18 km por San Xil o 25 km por Samos), 3º Sarria-Portomarín (22 km), 4º Portomarín-Palas de Rei (25 km), 5º Palas de Rei-Arzúa (29 km), 6º Arzúa-O Pedrouzo (20 km), y 7º O Pedrouzo-Santiago de Compostela (20 km).
Desde O Cebreiro hasta Triacastela
Describiremos las dos primeras etapas citadas que tienen por final el pueblo de Sarria, el punto de partida de la ruta más popular, ya que es la más corta para obtener la Compostela, y desvelaremos todo lo referente a ir de Sarria a Santiago en el próximo artículo.
O Cebreiro, como ya hemos indicado, es el inicio gallego del Camino Francés, y tiene mucho que ver en la historia del Camino de Santiago, ya que de aquí salió la simbólica flecha amarilla, que es la que hoy marca y guía en todos los caminos. Su creador fue Elías Valiña Sampedro, el párroco de O Cebreiro desde 1959 hasta 1989. Este clérigo, alrededor de los años 80, fue el primero en pintarla, marcando el camino desde Roncesvalles hasta Santiago para que lo peregrinos no se perdieran y supieran a través de las flechas cómo llegar a Santiago.
De O Cebreiro a Triacastela es una etapa típica, donde el verde y los paisajes de montañas, agrícolas y ganaderos marcan los pasos, y es inolvidable su aire fresco y puro, así como su belleza paisajística. Desciende hasta Linares y su iglesia románica, sube al Alto de San Roque (1270 m) y su famosa estatua del peregrino, realizada por el mismo escultor gallego que esculpió las estatuas de los peregrinos del Monte do Gozo. Continúa cruzando la aldea Hospital da Condesa, en la que destaca su iglesia románica, se atraviesan otros pueblos más hasta llegar a una fuerte pendiente que lleva al Alto do Poio (1337 m), el punto más alto del Camino Francés en tierras gallegas. Desde aquí, solo queda descender hasta los 660 m pasando por pueblecitos con unas vistas fantásticas de la Serra do Courel hasta Triacastela.
FUENTE: LA RAZON