El interior del casco antiguo de Compostela
Escrito por Ernesto Diaz el 19 de diciembre de 2022
El interior del casco antiguo de Compostela: Cuando después de cierto tiempo se regresa a Santiago se siente una enorme satisfacción volver a visitar alguno de sus monumentos, admirar sus sorprendentes perspectivas o simplemente pasear por esta ciudad singular es una de las actividades más gratificantes que alguien puede ofrecerse.
La parte interna del antiguo recinto amurallado de Compostela, el casco antiguo, es todo ello un gran monumento: un conjunto de calles, casas, palacios, conventos e iglesias que componen un museo al aire libre, abierto, donde las piedras toman un definitivo protagonismo. Desde el descubrimiento del sepulcro del Apóstol en el siglo IX Compostela es faro de la cristiandad: meta de peregrinos y peregrinaciones que siglo tras siglo se ha ido acrecentando convirtiéndose en una ciudad universal, conservando intacto su casco antiguo, sus monumentos, desde el inicio de su desarrollo.
El estilo fundamental que destaca en el casco antiguo de Santiago es el barroco: construido en el siglo XVIII con la peculiaridad de esta zona, el barroco gallego, el estilo de placas compostelano presente en conventos, iglesias, pazos y casonas. Santiago debe visitarse en verano pero también en invierno, con sol pero también con lluvia, de día, pero también de noche: las piedras de Compostela toman distintos aspectos a diferentes horas del día.
Se puede observar sentados en la escalinata de la Quintana, la piedra dorada en la plaza cuando al mediodía le da el sol. Cuando el sol cae al atardecer es buen momento para ver las tonalidades que produce en el Pórtico de la Gloria, pero también de noche es buen momento para apreciar los rincones que con distinta iluminación nos ofrece la Rúa Nueva, o la magnitud estimada de sus plazas rodeadas de edificios a cual más grande, iluminados, donde la noche pone su contrapunto.
Uno de los eslóganes de la ciudad es: Santiago, donde la lluvia es arte. Es verdad que la lluvia le da a Santiago un aspecto diferente, las rúas se ponen inmaculadas apareciendo sobre ellas los reflejos de los balcones y galerías de las casas circundantes. Por el centro de la calle o por los soportales algún peregrino pone una nota de contraste en esa hermosa imagen que plasman las piedras y la lluvia. A las losas de granito de las calles, pulidas, gastadas de tanto pasear parece que la lluvia les favorece.
FUENTE: MUNDIARIO