Hacer El Camino de Santiago reduce los síntomas de la depresión y el estrés
Escrito por Ernesto Diaz el 10 de marzo de 2025
El Camino de Santiago es una experiencia transformadora para casi todos los que se animan a realizarlo y tiene un profundo impacto en la salud mental de quienes lo recorren. En los últimos años se han llevado a cabo varios estudios para analizar los efectos que las peregrinaciones tienen a nivel mental y uno de ellos es el Estudio Ultreya. Se trata de un estudio longitudinal diseñado para evaluar a gran escala los efectos del Camino de Santiago. Realizado por varios investigadores entre los años 2017 y 2020, la tesis analiza los resultados en tres momentos clave: antes de realizar el Camino de Santiago, justo después de completarlo y tres meses después de haberlo finalizado.
Albert Feliu Soler, profesor e investigador en psicología de la salud en la Universitat Autónoma de Barcelona, ha sido el encargado de liderar el estudio. «Soy profesor de psicología clínica y, después de hacer el Camino hace unos años, empecé a pensar en todos los beneficios que aporta la ruta jacobea y en el impacto que tiene en la salud mental. Por eso decidí llevar a cabo el estudio», explica.
Se trata de un estudio pionero –con un diseño que incluye un grupo de comparación y un abordaje exhaustivo de diferentes variables psicológicas de una amplia muestra– que tiene como principales objetivos analizar los cambios –a corto y medio plazo– que tiene la peregrinación en aspectos vinculados con la salud mental y el bienestar psicológico. Compara los efectos con los de un grupo de control que realizó unas vacaciones «estándar»; e identifica los aspectos psicológicos que cambian durante el Camino y que contribuyen a que la experiencia sea beneficiosa.
Estudio en tres momentos de la peregrinación
«Aunque ya se han hecho otros estudios de este tipo, nunca antes se había realizado algo tan grande. La muestra inicial de peregrinos incluyó a 444 personas, que tenían la intención de hacer el Camino y realizaron el cuestionario inicial. Luego, fueron 403 personas las que completaron el cuestionario al terminar el Camino y, finalmente, 284 participaron en la evaluación de seguimiento de los tres meses después de acabar la peregrinación», cuenta Feliu.
El Estudio Ultreya busca «darle una vuelta de tuerca a los realizados con anterioridad», expone el investigador.
«Lo que nos permite esta investigación es conocer las diferentes variables psicológicas que, al realizar el Camino, se activan en el organismo, sobre todo a nivel mental», comenta.
FUENTE: EL CORREO GALLEGO