Kilómetros para cambiar una vida
Escrito por Ernesto Diaz el 3 de agosto de 2022
Este jueves 4 de agosto arranca el proyecto solidario «Kilómetros Que Cambian Vidas», un proyecto solidario con el que Alicia Sánchez, su impulsora, aspira a conseguir una bicicleta adaptada para su padre, el cual sufrió un accidente en el año 2017.
Para ello dispone de 40 días para reunir los más de 8.000 euros que necesita y ver cumplido así un sueño. «Mi padre, desde que tenía unos 41 años, empezó a salir con la bicicleta primero como medio para poder mejorar su calidad de vida, pero poco a poco empezó a engancharse hasta que se convirtió en su gran pasión», explica Sánchez.
Con los integrantes de la peña ciclista de Bolaños de Calatrava El Abrojo empezó a compartir esa gran afición que hizo extensiva a su hija. «Comenzamos a compartir kilómetros juntos y en los momentos duros de ruta donde yo me quería bajar, él siempre me ponía la mano en la espalda y como salida de la nada, una energía me inundaba y lograba pasar esos tramos. Él me decía: ‘te empujo para que no te rindas, tú puedes’, continúa Alicia. Así, hasta que el 5 de noviembre de 2017, «tuvo un accidente con la bici, se cayó y le dio un derrame cerebral, haciendo que le tuvieran de operar de urgencia y ocasionándole una hemiplejia lateral derecha; estuvo un mes en coma. Este accidente le ha incapacitado para mover el brazo derecho, pérdida de movilidad y sensibilidad en la pierna derecha y le impide el poder comunicarse de manera fluida con todos nosotros», explica su hija.
Alicia Sánchez, impulsora del proyecto. – Foto: Fotos cedidas por Alicia Sánchez
«En todos estos años mi padre junto a mi madre, que sin ella la verdad no sé qué habría pasado, han estado luchando para que él mejore cada día. Mi madre siempre lo ha mantenido muy activo, dentro de las posibilidades que vivir en un pueblo te da. Pero lo cierto es que cada vez que ve a sus amigos en la bici se emociona y se le saltan las lágrimas de no poder salir con ellos, conmigo, volver a compartir rutas y de disfrutar de algo que le hacía tan feliz. Es por ello por lo que desde hace un año, estoy en contacto con asociaciones y tiendas de bicicletas que me pudieran ayudar para ver si era posible que mi padre pudiera volver a montar en bici. Decidí que era mi momento de ponerle la mano en la espalda, no dejar que se rinda. Así fue como a principios de año la Fundación Ciclista de Castilla-La Mancha (Fucicam) me dijo que una bici para mi padre era posible», prosigue Alicia.
FUENTE: LA TRIBUNA DE CIUDAD REAL