LEYENDAS

El Puente del Diablo (Puente la Reina)

El Puente del Diablo (Puente la Reina): La Apuesta que el Demonio Perdió por un Pájaro

Leyendas del Camino: La Historia del Demonio que Quiso Cobrar un Peaje y la Anciana que Le Enseño Modales.

Si alguna vez has caminado por el tramo navarro del Camino Francés y has cruzado ese majestuoso puente medieval de Puente la Reina, seguro que has sentido esa mezcla de respeto y alivio al ver el río Arga debajo. Pues bien, detrás de esos arcos perfectos se esconde una de las leyendas más divertidas (y aleccionadoras) de toda la ruta.

No es solo un puente bonito; es el lugar donde Satanás se llevó la bronca de su vida y perdió su oportunidad de cobrar el peaje más caro de la historia: tu alma.

  • Leyenda de El Puente del Diablo en Puente la Reina: Una narrativa que relata cómo un acuerdo con el diablo llevó a la construcción del puente medieval en el Camino Francés, marcado por una astucia que frustró al demonio.

😈 El Problema: Un Río Furioso y un Arquitecto Desesperado

Cuentan las crónicas antiguas (o el vino de la cena en el albergue, que es casi lo mismo) que el río Arga era un verdadero tormento. Era imposible de cruzar, y cada vez que alguien intentaba construir un puente, la corriente se lo tragaba. Los peregrinos perdían días esperando poder cruzar, y la ruta se paralizaba.

El Diablo, que siempre está al quite cuando hay desesperación, se apareció ante los pobladores y les hizo una oferta que no podían rechazar:

«Yo construiré un puente sólido como una roca, el más hermoso que hayáis visto. A cambio, solo quiero una cosa: el alma de la primera persona que lo cruce.»

El pueblo, desesperado por la seguridad de los peregrinos y la reactivación de su comercio, aceptó el trato. En una sola noche, el Diablo levantó una obra maestra de piedra, el puente que hoy conocemos. ¡Un genio de la construcción, el tipo!

🧙 La Solución Inesperada: La Astucia de una Anciana

A la mañana siguiente, el pueblo estaba aterrado. Habían solucionado un problema, pero creado uno mucho peor. ¿Quién iba a ser el sacrificado? ¿Un niño? ¿Un peregrino inocente?

Aquí es donde entra en acción el héroe inesperado: una anciana del pueblo, conocida por su piedad y, sobre todo, por su astucia.

Ella se acercó a la orilla, justo donde el Diablo, con una sonrisa de oreja a oreja y un saco listo para guardar el alma, esperaba ansioso.

La anciana no cruzó. En su lugar, sacó de un cesto un pobre pájaro, o a veces se dice que un gato viejo, y lo empujó suavemente para que fuera el primero en pisar la nueva estructura.

🔥 La Furia del Demonio (Y la Moral de la Historia)

El Diablo, al darse cuenta de la trampa, montó en cólera. Había usado todo su poder para construir una obra eterna, ¿para qué? ¿Para llevarse el alma de un animal insignificante?

Se dice que su rabia fue tal que dio un puñetazo en la barandilla del puente antes de desaparecer entre una nube de humo y azufre, frustrado por haber sido superado por la sencillez y el ingenio humano. ¡La apuesta se perdió por la astucia popular!

Así que, cada vez que cruces el hermoso Puente la Reina, recuerda: no solo estás pisando una obra medieval. Estás pisando el monumento a la victoria del ingenio sobre la avaricia demoníaca. ¡Y recuerda darle las gracias a esa anciana!


¿Conocías esta versión? ¡Cuéntanos qué otra leyenda te contaron en el Camino!


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