Más allá del Camino de Santiago de Inglaterra a Italia
Escrito por Ernesto Diaz el 24 de septiembre de 2024
Más allá del Camino de Santiago de Inglaterra a Italia: Fe, espiritualidad o un turismo «slow»: las rutas de peregrinaje son un imprescindible de todo viajero y trotamundos. Huelga decir que una de las más conocidas es la que culmina en nuestro territorio, el Camino de Santiago, pero hay otro itinerario cultural y religioso que se inicia en Reino Unido y termina en El Vaticano, pasando por Francia, Suiza e Italia:
la Vía Francígena.
El Consejo de Europa certificó esta ruta en 1994 (el Camino de Santiago de Compostela en el 1987) y señala que la Vía Francígena fue «una vía de comunicación que contribuyó a la unidad cultural de Europa en la Edad Media«. Además de descubrir los pueblos y sus templos, el peregrino se topa con obras maestras de la arquitectura románica.
La Vía Francígena: un ruta milenaria
Según explica el Consejo de Europa desde su web oficial, este itinerario existe en la actualidad gracias al registro del arzobispo de Canterbury de su viaje hasta Roma en el año 990 a.C. Sigerico el Serio emprendió su expedición de 79 etapas para reunirse con el papa Juan XV y recibir la investidura del palio, una especie de collar usado en misas por los papas y arzobispos. Recibir el palio es un símbolo de comunión con el papa.
Al igual que el Camino de Santiago, la Via Frangecina tiene su credencial. Se divide por países (y estos a su vez en itinerarios por diferentes regiones) y se puede hacer a pie o en bicicleta. Para recibir el «Testimonium«, o sea, el certificado que acredita la llegada del peregrino a Roma se debe haber recorrido 100 km a pie (200 km en bicicleta).
El tramo italiano es quizás el más popular porque es una excelente opción para conocer a pie la campiña de la Toscana. En total, en el país de la bota, el recorrido pasa por nueve regiones.