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La Mochila del Peregrino en Invierno

La Mochila del Peregrino en Invierno: No es Llorar, Es Estrategia

El Secreto Peor Guardado: Cómo Ser un Héroe del Frío Sin Arrastrar un Trineo de 15 Kilos.

Me presento: soy un peregrino superviviente. Y mi mochila es mi penitencia. No es la cruz espiritual que ven en las iglesias. No. Esta es la cruz literal de 15 kilos que cargué por los Pirineos en pleno enero.

La gente te dice: ‘El Camino de Santiago en invierno es mágico’. ¡Y tienen razón! Mágico es que no me haya dado un ‘lumbago congelado’ intentando sacar la bufanda térmica con los dedos entumecidos.

Todos conocemos la regla de oro: ‘La mochila, como máximo, el 10% de tu peso corporal’. Una mentira. Un vil engaño. Yo creo que esa regla la inventó un ermitaño que solo llevaba sandalias y una credencial. En invierno, ¿el 10%? ¿Qué llevo, un pañuelo de papel y el Espíritu Santo en miniatura?

La Lógica de la Sobrevivencia Invernal (o la Ausencia de ella)

Empiezas con una lista muy sensata, pero luego la ansiedad del invierno se apodera de ti. ‘¿Y si nieva? ¡Necesito los crampones!’ ‘¿Y si llueve tres días seguidos? ¡Un chubasquero extra… y botas de repuesto… y un traje de buzo por si acaso!’

Tu mochila deja de ser una compañera de viaje y se convierte en una cámara frigorífica andante. Llevas capas y capas. Eres una cebolla caminante. Si te caes, no te haces daño; ¡rebotas!

El Gran Debate: El Gorro, el Héroe Silencioso

La verdadera estrella de la mochila invernal es EL GORRO. Llevas gorros para cada estado de ánimo: el gorro de lana para la batalla, el gorro de forro polar para la noche en el albergue (porque el radiador no funciona), y el gorro pasamontañas para cuando ya no quieres que el mundo sepa que eres tú el que está intentando subir el Cebreiro bajo una ventisca.

Y al final, lo confieso. Lo más pesado de la mochila… es la decisión de llevarla.

La Mochila del Peregrino en Invierno: Guía Práctica y Detallada (El Equipamiento Clave)

Dejando de lado el humor y la autocrítica, la preparación de la mochila para el Camino de Santiago entre noviembre y marzo es una cuestión de seguridad y comodidad. El frío, la humedad persistente y las horas de luz limitadas exigen un equipamiento metódico.

La regla de oro sigue siendo: nunca exceder el 10% del peso corporal (idealmente, entre 6 kg y 8 kg sin contar el agua). La clave para lograrlo es el Sistema de Capas y la priorización de materiales ligeros y técnicos.


1. El Sistema de Ropa (Las 3 Capas Inteligentes)

Debe priorizar la gestión de la humedad sobre el simple volumen.

  • Capa 1 (Térmica y de Contacto): Lleva 2-3 camisetas de manga larga y 1-2 mallas térmicas. Deben ser de Lana Merino o sintético técnico. El consejo esencial es evitar el algodón; la Merino aísla del frío incluso húmeda y tarda mucho en oler.
  • Capa 2 (Aislamiento Térmico): Necesitas 1 forro polar grueso o una chaqueta de micropluma. Esta capa es la que retiene el calor corporal y debe ser fácil de quitar y poner.
  • Capa 3 (Protección Externa): Esta es la más importante. Necesitas una chaqueta técnica y un pantalón de trekking impermeable (o un cubre-pantalón). Busca materiales con membrana Gore-Tex o similar, ya que deben ser 100% cortavientos y transpirables para luchar contra la condensación.

2. Calzado y Cuidado de los Pies (Tu Motor Principal)

En invierno, la humedad es la mayor enemiga de los pies.

  • Botas de Trekking Impermeables: Deben ser de media caña o alta, con membrana Gore-Tex u otra tecnología similar. Asegúrate de que estén domadas y sean una talla más grande.
  • Calcetines Técnicos: 3-4 pares de calcetines de Lana Merino o sintéticos. Cámbiate a diario; no uses algodón.
  • Zapatillas de Descanso: Unas chanclas de ducha y/o unas zapatillas ligeras y flexibles para descansar los pies al llegar al albergue.

3. El Dormir (Aislamiento y Confort)

Los albergues en invierno pueden ser fríos y húmedos.

  • Saco de Dormir: Este es un artículo donde no debes ahorrar. Busca un saco con una temperatura de confort de entre 0°C y 5°C.
  • Sábana Saco (Opcional): Una sábana de seda o de microfibra puede añadir unos grados extra de calor si el albergue es muy frío.

4. Extras de Invierno y Accesorios Esenciales

Estos pequeños artículos marcan la diferencia entre el frío y la comodidad:

  • Protección para Extremidades: Un gorro de lana o polar que cubra las orejas, un par de guantes gruesos e impermeables (o manoplas) y guantes finos (tipo seda) para usar debajo en los días de frío extremo.
  • Funda de Mochila: Una funda impermeable que cubra toda la mochila, fundamental para proteger su contenido de la lluvia constante.
  • Luz Frontal: Una linterna frontal potente y con pilas o batería de repuesto. Los días son cortos y las caminatas nocturnas son habituales para evitar el frío o llegar temprano.
  • Bastones de Trekking: Recomendables para la estabilidad en terrenos resbaladizos por la lluvia o el hielo.

5. Botiquín (La Farmacia del Peregrino)

En invierno, añade elementos para las vías respiratorias y el frío.

  • Medicamentos Básicos: Analgésicos/Antiinflamatorios (Ibuprofeno 600 mg), paracetamol, antidiarreicos, vendas y crema muscular.
  • Cuidado de Pies: Kit de costura de ampollas (aguja esterilizada e hilo), esparadrapo ancho, vaselina o Bodyglide para prevenir rozaduras.
  • Protección Solar y Labial: No olvides la crema de protección solar y labial. El sol refleja fuertemente en la nieve y la humedad causa grietas.
  • Manta Térmica: Una manta de emergencia de papel de aluminio (muy ligera y vital en caso de hipotermia o accidente).

Con un enfoque en la ligereza, la impermeabilidad y la capacidad de secado rápido, tu mochila será una aliada, no una tortura.


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