¿Por qué hay tantos coreanos en el Camino de Santiago?
Escrito por Ernesto Diaz el 24 de abril de 2025
¿Por qué hay tantos coreanos en el Camino de Santiago?: El Camino de Santiago ha experimentado en los últimos años un fenómeno curioso y cada vez más notable: la creciente presencia de peregrinos surcoreanos. Sus acentos se escuchan con frecuencia en albergues, senderos y plazas, situando a Corea del Sur entre los países con mayor número de caminantes, a menudo superando a potencias europeas y solo por detrás de Estados Unidos. En 2023, la Oficina del Peregrino registró la llegada de más de 9.300 coreanos a Santiago. ¿Qué impulsa esta peregrinación desde el otro lado del mundo hasta Galicia?
La respuesta es una interesante mezcla de espiritualidad, influencia de la cultura pop y una significativa dosis de diplomacia cultural. En primer lugar, es importante recordar que Corea del Sur alberga una de las comunidades católicas más importantes de Asia. Aunque solo alrededor del 10% de la población se identifica con esta fe, su peso simbólico es fuerte, y el Camino se vive como una peregrinación de profunda carga emocional. Algunas diócesis incluso organizan viajes grupales como parte de la formación personal y religiosa de sus miembros.
Más allá de la fe, el alto nivel de estrés académico y laboral en Corea del Sur impulsa a muchos a ver el Camino como una vía de escape, un paréntesis para desconectar, reflexionar y, en ocasiones, reorientar sus vidas. Para estudiantes y jóvenes adultos, completar el Camino puede ser un período de introspección crucial antes de tomar decisiones importantes sobre su futuro profesional o académico. Esta es una de las razones por las que muchos coreanos eligen los meses de invierno, aprovechando las vacaciones escolares y universitarias, para realizar esta travesía.
La fe no es el único motor. La publicación en 2006 del libro «The Pilgrimage Road to Santiago» de la escritora Kim Nam Hee también sembró la curiosidad por la ruta en muchos lectores coreanos. Posteriormente, en 2014, la emisión de la serie de televisión «Buen Camino», que seguía las experiencias de un grupo de peregrinos coreanos recorriendo el Camino Francés, transformó un documental de nicho en un auténtico fenómeno cultural.
El interés se intensificó aún más en 2018 con la serie «Shall We Walk Together», protagonizada por el popular grupo de K-pop «God», que documentó el viaje de sus miembros a lo largo del Camino de Santiago, generando un entusiasmo aún mayor por la ruta entre los surcoreanos. Incluso se inauguró un mojón del Camino de Santiago en la isla de Jeju, simbolizando los lazos culturales entre ambas regiones.
Desde entonces, el Camino ha evolucionado para muchos coreanos, dejando de ser únicamente una propuesta religiosa para convertirse en una experiencia de búsqueda personal. En un país donde las exigencias laborales y académicas son elevadas y el estrés es un compañero habitual, caminar cientos de kilómetros por el norte de España, lejos de presiones y pantallas, se percibe casi como un lujo espiritual.
Este creciente interés también tiene un componente institucional. El entusiasmo coreano por el Camino ha sido objeto de atención diplomática, con la firma de acuerdos culturales, la creación de centros jacobeos en Seúl e incluso el desarrollo de una ruta de peregrinación simbólica dentro de Corea para aquellos que aún no pueden viajar. Conscientes de este fervor, diversas rutas del Camino han adaptado su infraestructura, señalización y materiales informativos para facilitar la experiencia de estos peregrinos tan fieles como silenciosos.
Así, con sus mochilas, bastones y conchas, los peregrinos coreanos siguen llegando a Santiago. Algunos movidos por la fe, otros por la influencia cultural, y muchos por la necesidad de encontrar silencio y reencontrarse consigo mismos. Pero al llegar a la Praza do Obradoiro, la emoción que sienten es universal, demostrando que el Camino, en su esencia, pertenece a todos y trasciende las barreras del idioma.