Estos son algunos consejos para que el Camino de Santiago no se te haga cuesta arriba:
- Es muy importante que la preparación para el Camino de Santiago comience dos o tres meses antes de la fecha de Inicio del Camino de Santiago. Si quieres saber si podrás aguantar o si estas preparado físicamente, nunca está de más realizar una prueba de esfuerzo.
- Cuantas más oportunidades tengas para caminar mucho mejor. Olvídate del ascensor y de los medios de transporte ¡Anda, anda mucho! En un futuro no tan lejano lo agradecerás.
- Para conseguir resistencia y preparar los músculos para el Camino te recomendamos que durante la primera quincena de entrenamiento, salgas a pasear durante 4 veces a la semana, sin ninguna carga y por lugares totalmente llanos. Para comenzar estos paseos, planifica una ruta de 1 hora y aumenta de forma gradual hasta las 2 o 3 horas.
- En la segunda quincena de la preparación física, aumenta la duración de los paseos y la zona de preparación. Planifica una ruta en la que se alternen zonas llanas con subidas y bajadas.
- ¡Hidrátate! Es importante beber durante el ejercicio y también alimentarse en las excursiones de mayor duración. No son necesarias bebidas azucaradas, energéticas, etc,… y no olvides recuperar tu cuerpo al final del ejercicio.
- ¡Mantén una postura adecuada! Camina erguido mirando al frente o al camino principalmente. Pero no olvides que has calentado también cuello al principio del ejercicio, así que disfruta del paisaje y no te pierdas nada de lo que sucede a tu alrededor.
- ¿Manos libres o Bastones? Nuestra mejor recomendación es que pruebes de las dos maneras, principalmente cuando entrenes en la última fase cuando ataquemos los desniveles y con más peso en la mochila. Podemos llevar las manos libres para que el andar sea lo más natural posible. Si la salida es larga, se puede ayudar de un bastón o, mejor aún, de dos. En terrenos inclinados reducen hasta un 20 o un 30% de sobrecarga a las piernas.
FUENTE: MARCA